...y ya mejor decidí levantarme de la cama

Hoy por la mañana desperté escuchando la Novena Sinfonía de Beethoven, alguno de mis vecinos la practicaba en su flauta (es una de las piezas que más se enseñan en las secundarias), me dió gusto que los cursos de cultura y arte no hayan desaparecido de las escuelas porque vaya que les hace falta a muchos pubertos de hoy en día.

Recorde que fue en la secundaria cuando comencé a tocar el teclado, precisamente en la clase de artes. Un par de años despues me pasé a la guitarra (pues porque las chicas prefieren las guitarras*) y despues me metí a babosear con el bajo y básicamente con cualquier otro instrumento musical que me interese. No soy particularmente bueno en ninguno de ellos, pero es algo que me gusta hacer.

Uno de los puntos que yo siempre critiqué al sector educativo, es que, dichos cursos, deberían ser incluidos en las primarias o en el kinder (no tengo la más mínima idea si es que hoy en día ya se incluyen -espero que sí-, pero en mis tiempos no). De esas clases salen los prodigios, casi como por casualidad en la mayoría de los casos.

Me quedé pensando unos minutos, todavía en la cama, sobre si ese mozalbete que tocaba se convertiría en el próximo genio musical de época. O aunque fuera tocando música mundana, con un poco de esfuerzo podría a llegar a ser famoso (y presumiblemente rico). Aún no siendo un genio, podría forjarse una carrera como músico de orquesta o como prefiriera, lo importante es el arte.

Sólo que mis instrospecciones y cavilaciones sobre el futuro del chamaco se fueron por el escusado cuando después de terminar con la novena, empezó a tocar el sonidito...

aaronmaiden

*Puntos extra para quien adivine de donde es la referencia.