Wednesday, November 12, 2008

La atalaya

Una vez, en mis días detrás del mostrador de un cybercafé, llegaron un par de tipos disque bien vestidos y con mochilita. Por un momento pensé que se trataba de mormones, pero el destino decidió que no, que serían testigos de Jehová.

El macho alfa se presentó por los dos, francamente no me acuerdo de sus nombres, y francamente no me importa. Uno era alto y delgado, el otro, quien por cierto no dijo ni una sola palabra, más bien chaparro y con, digamos, un ligero caso de sobrepeso, también tenía un enorme lunar rojo en la cara el cual era muy difícil dejar de ver.

-Podemos charlar un momento acerca de dios.
-Claro, ¿por qué no?
-¿De qué religión eres?
-Budista - en ese tiempo sí era budista.

Estuve a punto de contestar que testigo de Jehová para terminar rápido la plática, pero pues realmente no tenía nada mejor que hacer, además andaba de un humor bastante bueno, una plática acerca de dios no me caería mal.

Hubo un silencio de no más de dos minutos, se miraron el uno al otro y luego me preguntó que qué era eso. Le expliqué. Otro silencio de algunos segundos.

-¿Si podemos usar una máquina?
-Ok, esa está libre.

Uno de los clientes soltó una risa ahogada, yo me quedé perplejo, esperando la discusión teo-filosófica que me habían prometido, pero pues nada. Después de un rato pagaron y se fueron, y desde entonces he despreciado a los testigos de Jehová... nah no es cierto... ya los despreciaba desde antes.

Noviembre

1 jocoso comentario:

Anonymous said...

Que buen [HOWTO]Evade la platica con los Testigos de Jehová, hahaha...

Ya sé que decirles para que se vayan rapido cuando lleguen a la casa XD

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